LUCHA DESPAREJA

                                                                         Cruz de la Unidad
                                                  

Hasta el final de mis días deberé estar sintiendo que el asesino de mi hijo, Alejandro César Etchechury y el sicario Irineo Rojas mientan frente a los Señores Jueces, a mi familia y a los presentes en Juicios que nos toca presenciar?

Por ley son los reos los que tienen la última palabra…nosotros debemos guardar silencio y escuchar estoicamente todas sus “ocurrencias”, estrategias que si el Tribunal no leyó con antelación y atención las fojas, hasta pueden llegar a creerles a estos actores de película de acción o terror.

Los defensores del asesino, dijeron que el mismo, nunca demostró intención de huir. Me retrotraigo solo a dos momentos: 

1ª -El día del hecho: intentó escaparse con un remís, ante la negativa del chofer, le rompió la muñeca y le apuntó en la cabeza con la misma arma, que le pego hacía pocos minutos en la cabeza a mi hijo. Logró escapar y ante los gritos desesperados de testigos un patrullero logró interceptarlo a cinco cuadras, negándose a subir al vehículo policial y en otro acto de desacato, rebeldía y soberbia se negó a entregar arma y chaleco antibala.
Nadie olvidó que antes de su frustrada huida se lavó las manos para quitarse los rastros de pólvora en un taller mecánico de la esquina, para iniciar la larga lista de engaños.
Mintió cuando dijo que su vivienda estaba en el Barrio La Carmen de Longchamps y pasaba ese fatídico día hacia Burzaco, estrategia que cayó cuando en Enero del 2005 por una Morigeración (a solo 5 meses del hecho) los Jueces en reemplazo del Dr. Vigiano en plena Feria Judicial, le preguntaron sobre su domicilio y respondió, Av. Monte Verde 4408 -Burzaco.

2ª -Sres Jueces, allí también en varias oportunidades violó el arresto domiciliario y solo volvió a donde nunca debió salir, “la cárcel”, porque varios testigos lo vieron en distintos lugares y lo denunciaron. Lo mencionado son algunos de los perfiles que figuran en la causa de este personaje siniestro, que los vecinos lo apodan “el rompehuesos” o “el loco del rifle”. Un eximio tirador, con experiencia y capacitado en la Policía Federal, que por pertenecer a La Fuerza no desconoce que al no correr riesgo su vida como demostraron los peritos en el Juicio con algo que no olvidaré jamás (una cabeza de telgopor que sería la figura de mi hijo de perfil) demostraron que Nahuel, jamás se percató de la presencia de este ASESINO, que estaba apostado en la esquina. Siempre me preguntaré por qué le disparó en la sien izquierda y no en la pierna. Lo hizo con clara intención de matarlo y sin error alguno.

En la última Audiencia habló de sus inconvenientes de salud…En el otro platillo de la balanza esta una familia mutilada, la mía, con serios problemas psicofísicos gracias a su accionar y con un inocente bajo tierra que él asesinó…Quiere contarnos que la cárcel le hace daño? LO LAMENTO.

Dijo que nosotros lo conocíamos, MIENTE. En lo que a mí respecta él si a mi, ya que como doy charlas sobre Cuadra Solidaria y/o Corredores de Seguridad, en una estuvo presente y luego vino a matar a mi hijo… Jamás lo registré. La persona que me acompañó a esa Reunión luego de ver la foto de quién mató a mi hijo, notó que quien molestaba mi alocución había sido este individuo asesino de aquella oportunidad.

El sicario Irineo Rojas afirmó ser solo ladrón, olvidó que el día que tomó a mi hijo de rehén lo hizo con un arma de fuego y luego cuando estuvo frente a mi esposo sin pedir ni exigir NADA, le apuntó a la cabeza errando el disparo. Eso es ser solo ladrón?, el que dispara sin decir, esto es un asalto?

Cuando vino a realizar el hecho estaba con arresto domiciliario con varios antecedentes. Ahora volvieron a enviarlo a su casa, debía estar con los suyos pero como su costumbre es burlarse, volvió a sus andazas, a delinquir, parecería es lo que sabe hacer con el “permiso” de quienes le adjudican.

A ellos el Derecho los asiste, pueden hablar o dejar de hacerlo como lo había hecho Rojas guardando silencio y negándose a declarar durante 8 años y medio… nosotros si pronunciamos una palabra, somos expulsados de la sala no pudiendo volver a entrar.

Hasta cuando la lucha despareja?...

Por Dios no olvidar, ellos son los victimarios y viven… nosotros somos las víctimas que estamos muertos en vida, pues entonces esperamos condenas que sean un ejemplo y que aquellos que crean que aquí les será muy fácil delinquir o reincidir, no las saquen tan BARATA.

Aunque el asesino y sus cómplices la injusticia ya la cometieron, necesitamos como familia con valores, seguir creyendo en la Justicia.
                                            Marta Doldán ( también mamá de Nahuel Iraizoz.)