Una luz de esperanza






Este año 2011 hemos visto "Una luz de esperanza".
Por eso en la próxima Navidad y también en el 2012 que se acerca queremos que no pierdan la esperanza.

Que tengan fe. Que perseveren. Que aunque lo más terrible les pueda haber sucedido no dejen de perseguir su objetivo.


Por esa razón es nuestro deseo que, en lo que resta del 2011 mantengan encendida esa luz de ezperanza y que en el 2012 no la dejen apagar.


Muchas Felicidades

Familia Iraizoz

Sentencia de Casación a 7 años de la muerte de Nahuel Iraizoz




¡AL MENOS UN POCO MÁS DE PAZ!



Télam Investiga



Policiales 12 de Octubre - 13:27hs



Crimen de Nahuel Iraizoz




Casación condenó por un delito más grave a un ex policía acusado por asesinato.




La Cámara de Casación penal bonaerense resolvió condenar por un delito más grave a un ex policía federal acusado de matar a Nahuel Iraizoz en una maderera de la localidad de Longchamps hace 7 años, y ordenó al tribunal oral de Lomas de Zamora que intervino en el caso a que fije una nueva pena.




Además, la sala III de Casación resolvió también aplicar un delito más grave a un cómplice del ex policía que participó en el hecho, y consideró que el crimen de Iraizoz no se concretó durante un robo a la maderera de su padre, tal como sostuvo el Tribunal Oral en lo Criminal 9 de Lomas de Zamora.

Los camaristas ordenaron remitir el expediente al mismo tribunal oral para que ahora fije los nuevos montos de penas para los acusados, quienes aún permanecen detenidos, uno de ellos en el Penal de Ituzaingó y el otro en Florencio Varela.

Se trata del ex policía federal Alejandro Etchechurry quien en un juicio oral realizado en el 2008 había sido condenado a 14 años de cárcel acusado del delito de "homicidio simple", y de su cómplice Irineo Rojas, quien recibió 12 años de prisión por "robo en grado de tentativa y encubrimiento de homicidio".

Ahora, Casación entendió que Etchechurry debe ser condenado por ser autor del "homicidio calificado" de Iraizoz, un delito que prevé prisión perpetua y "cómplice del hecho" y a Rojas como "autor de privación ilegalítima de la libertad, homicidio agravado con el uso de arma de fuego en grado de tentativa (el padre de Iraizoz recibió un roce de bala en la cabeza) y portación de arma de guerra".

Tu cara sigue reforzando lo que pienso








Quisiera creer que todo llega cuando hay un corazón que espera.




Ví tu cara cansada de hacer daño pero aún a la espera de él.




Así como la tuya, la nuestra también ha cambiado. Sólo que mientras seguis con tus perversas modalidades políticas, nosotros seguimos tratando de llevar la misma vida pacífica que vivíamos por entonces.




Nuestra mirada transmite lo que ves, sin embargo la tuya lo inimaginable.




Las caras de mis padres tienen las arrugas que la búsqueda de justicia le van surcando día a día. Tu cara, en cambio, es el fiel reflejo de lo que pudiste haber hecho y aún ni siquiera respecto a eso te permites decidir.




Nuestros cuerpos, un poco encorvamos cargan la pesada mochila de necesidad de justicia, de esperanzas, de búsqueda de consuelo, de apoyo de otras víctimas de casos similares, de injusticias diarias, de indiferencia ajena de apoyo incondicional de aigos y desconocidos, de impotencia.




Sin embargo sobre tu espalda, quizá cargues el precio de una vida, que además, es ajena.




Hoy volví a verte, sereno, pero letal. Perdido, pero ubicado. Inescrupulosamente abocado a un nuevo plan de gobierno.




¿Sabés qué? Te propongo que te sumes a nuestra lucha, como parte de tu propia plataforma política. Qué tal si así encontramos el nombre y apellido del ideólogo, "intelectual" y atrevido asesino de mi hermano Nahuel, a quien a pesar de todo tuviste el placer de conocer.




Amancay Iraizoz

La justicia INVISIBLE





Los días pasan casí como aquel día. Sólo que ese día no parece haber pasado a formar parte del pasado jamás.





Hace poco leí un artículo que hacía esta pregunta:¿Cómo superan la etapa de duelo los familiares de una víctima de la inseguridad?...





Creo que no lograrán superarlo jamás. Creo que yo, no lograré superarlo jamás.





Cuando la muerte tiene nombre y apellido, mira a los ojos, como usted y como yo, camina o ha caminado por las mismas veredas y transitado las mismas calles que su víctima, es decir que aquella persona que ya no está, por su culpa...





Cuando la sangre no parece correrle más por las venas y ya no espera lo mismo que espero yo... la etapa del duelo nunca se supera.





Sin embargo la vida se empeña en demostrarnos a cada minuto que hay que seguir y que se debe seguir, por los que ya no están y por los que vendrán.





A veces, no bajar los brazos, no desistir, ni ser vencidos, en este país, Argentina, es una tarea tan extenuante como pretender superar el dolor, la pérdida y el vacío que provocó un asesino, su entorno, la mafia imperante, la burocracia, la corrupción o la connivencia entre delincuentes, malandras, ex convictos, fuerzas de seguridad, poder político o quien sea que haya de una manera u otra intervenido.





Las fuerzas para llorar ya no son las mismas, es que a veces hasta a eso una parece acostumbrarse. Ya el llanto surge espontáneamente, motivado por vaya uno a saber qué sensibilidad, que nada tiene que ver con lo sucedido.





Es que parte de nuestra memoria, registra, se transporta, relaciona, vincula un hecho terrible, traumático e indescriptible con la impotencia y el dolor de otros casos que se siguen sucediendo, donde la historia vuelve a repetirse, las injusticias se siguen cometiendo y los años avanzan al mismo tiempo que retroceden.





Otras veces pienso cómo será el futuro de mis hijos y el futuro de sus hijos, si es que como yo pueden superar el propio presente.





¿Que valores él les ha inculcado, qué valores él les ha demostrado, que ejemplos habrán tomado?





Mi familia y yo, en este momento, estamos viviendo una etapa de retroceso, ya que esta situación parecería no terminarse jamás. Y como siempre dije, una cascarita de la herida que empieza a cicatrizar vuelve a lastimarse una vez más cada día.





Mientras tanto, simultaneamente espero que algún día llegue la curita o la cura definitiva que nos permita poder, a diferencia de Nahuel, seguir viviendo en PAZ.





Amancay Iraizoz