¿Quien NO QUIERE oír? Que oiga.


Varias, son las veces que nos preguntamos qué sucedería si el delincuente que ingresó a la maderera en 2004, Ramón Irineo Rojas y que aún hoy se niega a declarar, violaba el arresto domiciliario que injustamente le concedieron.

No sería el único caso en que una persona que cumple condena se escapa de su arresto domiciliario o viola una libertad condicional para ir a robar, violar o matar.

Insistimos con el tema, con la posibilidad, con las altas chances de que esto sucediera. Hasta que finalmente:

Ramón Irineo Rojas, cuya residencia se encuentra en la ciudad de Monte Grande.

Huyó de su casa, incumplió el arresto domiciliario, escapó, volvió a robar, mintió respecto a su identidad, burló a la justicia, a las víctimas, a Nahuel (quien fue asesinado en 2004) y a toda la sociedad. 

Nos preguntamos hasta cuándo sucederá esto, hasta cuándo las advertencias de nuestra familia y de toda una sociedad que sabe lo que está sucediendo, que reclamamos, pedimos, EXIGIMOS, no serán contempladas y tendremos que seguir siendo víctimas de esta clase de hombres y de esta interminable falta de seguridad.

Afortunadamente tras cometer el robo fue detenido nuevamente, lo que podría no haber sucedido e incluso no sucede en la mayoría de los hechos como éste.

¡La familia Iraizoz y toda la sociedad ruega que sean atendidos, escuchados y respetados sus reclamos, sugerencias y pedidos, por el bien de todos y antes que sea demasiado tarde!